El pasado día 28 de noviembre corrí mi primera carrera popular. Esta tuvo lugar en la avenida de Anaga de Santa Cruz de Tenerife.
Un día, recien llegado a Tenerife me fuí a correr con mi compañero Jonay, el otro profesor de trompeta, a la Laguna. Esta es una bella ciudad cercana a Santa Cruz. Allí hay una zona habilitada para correr de 1000m señalados de 100 en 100. Ese día tocaba hacer series. Nada, un entrenamiento tranquilo y ameno, porque mola más entrenar en buena compañía.
Me comentó mi compañero que próximamente se íba a realizar una carrera popular de 7 km y si me apetecería que nos inscribiéramos. Enseguida le dije que sí y así ya tenía el día cubierto. A los pocos días pasé por el corte inglés y retiré los dorsales para Jonay, para un amigo suyo llamado Yeray y para mí. Me quedé sorprendido cuando la chica me dijo que yo entraba en la categoría de veteranos que era a partir de 35 años. Es lo que hay, reconozco que me estoy haciendo mayor.
El día de la carrera pasaron a por mí más o menos a las once de la mañana y nos fuimos hacia abajo. Después de pegar más vueltas que un tonto para haber de aparcar, al final lo conseguimos y nos presentamos en el sitio en 5 minutitos caminando. Había un ambiente de categoría. Mogollón de gente. Dimos una vuelta por el lugar hasta que nos sentamos en la acera a ver algunas carreras de otras categorías. A partir de aquí, lo típico..."¡coño mira ese como va!, ¡este parece que se va a morir!. En realidad muy buen rollito, aunque yo no sabía como íba a reaccionar in situ. Se respiraba un ambientillo buenísimo. Mogollón de chavales y chavalas muy, muy jóvenes, otros no tan jóvenes, como nosotros y otros que parecía que tuvieran más de mil años, pero que después corrían como diablos. Quien pudiera llegar a esa edad y hacer la mitad que esta gente.
Había infinidad de clubes, y camisetas de más de un millón de colores. Gente super equipada, otros más normalitos, como nosotros y algún que otro más garrulillo, pero al fin y al cabo, corriendo que es lo que se tiene que hacer en estos casos. También me llamaron la atención, algunas personas que más que atletas parecían Robocop de toda la logística ortopédica que llevaban encima, rorilleras, tobilleras, etc, cosa que admiro, porque hay que tener huevos para correr en esas condiciones. Ole.
Antes de ponernos a calentar un poquito se me acercó una chiquilla que debía tener unos 11 o 12 años más o menos y me dió un papelito de propaganda de un club, y va y me dice..."tome, por si le interesa. Tambien entrenamos a gente mayor" la muy.... , muchas gracias chiquilla, le contesté muy amablemente. Es evidente que me estoy haciendo mayor. Empezamos a calentar. Diez minutos creo yo, o menos, no lo sé.
El señor del micrófono empieza a llamar a la gente de todas las categorías que faltaban. Corrimos 500 y pico de personas. Nos colocamos en la salida y empezé a notar un cosquilleo en la barriga muy similar al de antes de una actuación. Me rondaba por la cabeza la incertidumbre de cómo se desarrollaría la carrera. Yo estaba entrenando bastantes más kilómetros pero a un ritmo muy bajo, en concreto estaba por 17km a 130pm y hora y tres cuartos más o menos, no lo recuerdo bien.
Pum, pistoletazo de salida y a correr. Salimos los tres juntos y enseguida me dí cuenta que esto no tenía nada que ver con lo que yo estaba haciendo. En menos que canta un gallo me puse a 165 y 170 pm. Dimos una vuelta de un kilómetro y al culminar la segunda que era de dos ya nos habían doblado. Valla tela como corre la gente, parecían galgos. Algunos llevaban un ritmo tremendo.
En este momento nos quedaban dos vueltas, o sea 4 km y no sé si mis compañeros bajaron un poquito el ritmo o si realmente fuí yo quien lo subió. La cuestión es que tiré un poco delante y creía que venían con migo. Al dar la vuelta me los ví de cara unos pocos metros detrás de mí y entonces fue cuando empezé a tirar un poco. Trataba de alargar el paso con el mismo esfuerzo. Estos 4 km los hice totalmente desorbitado en cuanto a pulsaciones se trataba. No sabía si me íba a estrellar puesto que soy un auténtico novato. Prácticamente toda la carrera estuve por las 190 pm e incluso llegué a las 195. Creía que me íba a morir. La última vuelta fue dura, porque no quería bajar el ritmo y sólo tenía ganas de llegar a la meta. Cuando por fin llegué se me hizo todo negro. Tenía un mareo de mil demonios, pero estaba tranquilo que si me caía ya tenía gente de la organización por todos lados para recogerme.
Poco después entraron en meta mis compañeros Yeray y Jonay. Tengo que decir que estoy orgulloso que hayan sido ellos los encargados de desvirgarme deportivamente hablando. Tomamos unos acuárius y una botella de agua y descansamos un poco, un poquito de estiramiento y tal. Recuerdo que íba "más tieso que un orgue", sacando pecho y super orgulloso de haber corrido mi primera carrera. Me sentía bien con migo mismo.
Había unos chicos de la organización que estaban apuntando en una lista los resultados. No había forma de encontrarme, pero guiándome en el tiempo que había hecho me ví el ciento sesenta i dos. En total híce un tiempo de 32'56m y mis compañeros un poquito más, pero poca cosa.
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| Yeeeeeeee |
Nos fuimos a buscar el coche y de aquí a la playa de las Teresitas a pegarnos una ducha, sin jabón ni "ná". Esto de ducharse el 28 de noviembre al aire libre, con agua fría y sin morir en el intento sólo puede hacerse aquí, en el paraiso.
Después de la duchita nos fuimos a un restaurante con bastante buena fama en San Andrés. El rubí, creo que se llamaba. Lo que no he olvidado es que pedimos arroz caldoso de marisco para tres personas y entre los cinco que éramos nos comimos doce o trece platos. Menos mal, si pedimos para cinco estamos comiendo arroz hasta nochevieja. La verdad es que estaba buenísimo. Si viene algún compañero, familiar o amigo mío a visitarme por aquí, seguro que iremos a comer arroz.
Después de la comilona, con tres platacos y un postre como Dios manda en el coche empezamos a oír que se estaban empezando a decretar alertas rojas por toda la isla debido al temporal. Efectivamente, al día siguiente, todas las clases suspendidas en todos los colegios públicos y concertados en todas las Islas Canarias. Me dejaron en casa, nos despedimos y me dí una ducha con jabón y todo.
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| Jonay Martín y Yeray González |
Unos días más tarde, buscaba los resultados por internet, pero no había manera de encontrarlos hasta que por fin, la semana pasada los ví y creo que no estuvo nada mal, o por lo menos es lo que creo yo. Quedé el 162 de 500 y pico personas de varias categorías y el 32 de 120 que integraban la mía, veteranos de 35 a 40 años.
Ala pues, esta ha sido la crónica de mi primera carrera popular. Cuidaos y sed felices.
Saludos
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