Ruta |
Empecé bajando 4km hasta donde empezaba la ruta y enseguida me metí en el barranco. Corrí y caminé segun las posibilidades. Fuí bastante rato por el barranco y estuvo genial. Igual que el otro día decía que el ser humano es curioso por naturaleza, ahora puedo decir que tambien es guarro con la naturaleza. Madre mía con las cosas que me encontré a lo largo del barranco (latas, botellas, hierros, rejillas de nevera, bicicletas, un televisor y hasta un eje o palier de coche o de camión). Vaya tela.
Llevaba bastante tiempo por el barranco cuando vi a lo alto algo que parecía un camino y fui a ver si el terreno era más cómodo. Subí por un sitio un poco chungito y "meeec", ahí estaba el preciado camino. Era la primera de muchas gambas que cometí en mi primera salida por la sierra.
Seguí dicho camino que me llevó directamente a la presa de Tahodio, una pequeña localidad de Tenerife. Hasta aquí, como os he dicho, todo muy bien. Sabía que a partir de aquí tenía que ir en dirección a la izquierda, subir la montaña y bajar por el otro lado. En principio fui por una sendita que desaparecía por arte de magia. Después seguí por otra que también se perdía y cuando ya estaba hasta la "faba" de ir "pa aquí" y "pa allá" decidí tirar al recto hasta que coronara la cima. "Mare meua", menudo marrón. Aquello se ponía cada vez más feo y por supuesto, más empinado. En algunos momentos me lo ví negro y en más de uno tuve que rectificar la dirección.
La cabra, la cabra, la P... de la cabra |
Bueno, pues el cabrón, se paró a cuatro o cinco metros y me miraba con cara de pocos amigos. Allí estaba yo, colgao de las rocas "con un cagallón que pa qué". Desde allí le decía......"Chooooo, chichooooooooooo", pero no se movía ni un pelo, el muy cabrón. Menos mal que no se vino "pa" mi, porque sino, a ver "pa" donde pego. Cuando conseguí irme un poco más hacia la derecha y salir de las rocas le tiré una piedrecita para que se fuera, pero ni se inmutó. Pensé...."ya veras, la cabra esta, como al final me va a joder". Le tiré otra, de un tamaño un poco más considerable y se fue corriendo. Buffffff, menos mal. A partir de aquí noté que algo me bajaba por la garganta. Deberian de ser los huevos, porque menudo susto me pegó la P... cabra.
Al final coroné la sierra y me encontré con una verja. "Caguennnnn '¡s¡'0sf¡s'f¡'sd0f¡sdfkljsdfklosdflkjs". Menos mal que no era muy alta....."ah, eso lo salto yo en "na"". Si, en "na". "Caguennnnnn" Estaba llena de pinchos. Lo intenté, pero, ya que tenía mis preciadas bolas en el sitio, me daba miedo joderme alguna. Al final me quité la mochila, la puse encima de los pinchos a modo de asiento y "aleeeeeejop".
A partír de aquí, casi todo era hacia abajo. Ví a una familia que iba por allí y charlamos unos minutos. Me dijo por donde tenía que tirar y ala, muchas gracias y "pa allá". Paré en un refugio que vi y me comí unos "cacaus" y me bebí un zumo, que me supo a "mel de romer",pues me terminé el agua hacía ya una hora. No quería comer mucho, pues ahora que venía "cara abajo" tenía ganas de correr un poco. Me puse a correr cuando llevaba 3'5h por el mundo y en ralidad muy bien. Muy bien, hasta que me volví a equivocar. Bajaba a toda leche y enseguida pam, se acaba el camino..."Caguen la ...." Ala, otra vez "pa arrba".
Cuando, al parecer encontré el camino que era,vi a lo lejos a un chaval con un "peacho" perro que parecía un poni. "Maaaaaaaaaaaaaaaaaaaaare meua". Paré de correr en seco, "no fuera caso" que me viera el perro y le peguara por venir cara a mi. A medida que me acercaba a ellos el cagallón era más grande, hasta que a los 15 o 20 metros de ellos, como no se giraban les digo...."ieeeeeeee mestre, buenos días". Menos mal que el chaval cogió al perro enseguida que se giró. En ese momento, respiré tranquilo.
Le pregunté una chorrá, como "pa" disimular...."¿Por aquí voy bien "pa" ir a Santa Cruz?". El chaval pensaría, será tontáina el tío este, pues claro, ¿que te crees que es aquello, Nueva York o qué?. Pero muy amablemente me indicó por donde tenía que tirar. Nos despedimos i "au", "pa abajo" corriendo como una bala.
Seguí mi camino y al rato pasé por una caseta en la que había un rotwailer con la cabeza más grande que un melon de alger. Por la manera que me ladraba se ve que tenía malas pulgas el jodío. Si llega a estar suelto no deja de mí ni los calzoncillos. Como habréis visto me dan un poco de rollo los perros y por lo visto pasa igual que cuando tienes una herida, todas las "trompás" van al mismo sitio.
Después de esto pasé por Valle Jimenez, un pueblo en la montaña que tiene más de mil escaleras. Cosa peculiar y bonita de verdad. Al ratito de bajar todas aquellas escaleras me planté en Santa Cruz, bastante hasta la "faba", por cierto y "pa" casa. Me casqué 25km en 5 horas, pero porque corrí una hora más o menos. La "panchá" fue buena, pero al final, contento y hecho polvo. Acto seguido sesión doble de estiramientos, duchita, comilona hasta las cejas y al sofá a pegar la "becaeta".
Saludos
Pusatromp
Vistas de encanto |
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